domingo, 23 de febrero de 2014

Cazadores de peces gigantes reinan en el mar de Zorritos

La lucha se desarrollaba 12 brazadas bajo el agua. El enorme pez tenía el arpón atravesándole el cuerpo, pero aún albergaba suficiente fuerza para intentar escapar. De rato en rato, tiraba violentamente del cable de acero que lo sujetaba; mientras que el buzo que estaba sujeto al otro extremo de la línea, maniobraba para sacarlo a la superficie.
Fueron más de 30 minutos de una titánica batalla, de la que salió vencedor el pescador Pablo Alemán Olivos, conocido por sus amigos como "Calevas". El pez sierra que sacó del mar medía más de dos metros y pesaba casi 400 kilos.
LEYENDA. Esto ocurrió hace más de 40 años en la playa Bonanza, en el sector de Contralmirante Villar. Debido a que pocos fueron los pescadores que atestiguaron este hecho, la historia pasó de generación en generación hasta convertirse en una leyenda.
Cuatro décadas después, don "Calevas", quien acaba de cumplir 76 años de vida, vuelve a ser testigo de un hecho similar y aunque esta vez no fue él quién sacó al pez del agua, siente el logro como suyo porque fue uno de sus hijos el que, la tarde del último viernes, cazó con solo un arpón a un mero tipo "ojo chico" de casi 2 metros y 72 kilos de peso.
TRADICIÓN. Leopoldo Alemán Mejía (45), conocido como "Popo", fue el arponista que cazó a este enorme mero. Sus conocimientos sobre esta actividad los heredó de su padre, "Calevas", quien desde muy niño lo llevaba a la mar para adiestrarlo en este trabajo.
Otro de los hijos de "Calevas", que por años también se dedicó a este tipo de pesca con arpón, es Solangel Alemán Mejía. Él tuvo que abandonar esta actividad para dedicarse a estudiar ingeniería pesquera. "Ahora mi hijo bucea, pero para hacer investigaciones científicas", agrega el veterano pescador.
INUSUAL. "Calevas" señala que es inusual que se registren este tipo de pesca, porque ya casi están extintos los buzos que se dedican a esta actividad y porque ya no hay peces de ese tamaño. "La pesca de boliche y rastreras han afectado esta actividad. Ahora los peces se van a aguas más profundas o migran a otros mares", agregó.
Pez espada, meros, pez sierra, toyo dormilón, robalo gigante, son especies que rara vez se cazan en estos mares.
Mucho menos de las dimensiones que cazó "Popo" o su padre hace más de 40 años.

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